¿TIENEN LAS ANFETAMINAS UNA UTILIDAD?

Contrariamente a lo que ocurre con la cocaína y sus derivados, las anfetaminas se han empleado desde 1930 con propósitos médicos muy variados: para el tratamiento de la narcolepsia (trastorno del sueño, en el que la persona se queda dormida en cualquier sitio y momento); para la esquizofrenia y la depresión; para las migrañas y las dismenorreas; en los años 50 y 60 se las empleó abusivamente para el control de la obesidad y la fatiga.

Hasta hace poco se usaron, no sin polémica, en el tratamiento de la hiperactividad, la narcolepsia y la disfunción cerebral mínima. Actualmente el uso médico tiende a descartarse y mayor parte dela producción tiene lugar en laboratorios clandestinos.

¿POR QUÉ SON UN PROBLEMA LAS ANFETAMINAS?

Porque se las ha empleado abusivamente a nivel médico, ignorando que producen tolerancia; porque su bajo costo, acompañado de la pretensión de que son inofensivas, ha inducido a muchas personas a usarlas como excitantes (por ejemplo, los estudiantes trasnochadores), como “reanimadores” o “fortificantes” (como en el caso de los deportistas), o por el simple “placer” de alternar estados de ánimo.

¿LAS ANFETAMINAS PRODUCEN DEPENDENCIA Y TOLERANCIA?

Se sabe con seguridad que producen tolerancia (necesidad de aumentar progresivamente las dosis para obtener el efecto deseado); pero todavía hay discusiones sobre si se produce dependencia, pues no aparece síndrome de abstinencia (malestar físico severo provocado por la interrupción en el consumo de la sustancia) tan claro como el que se observa en el caso de los derivados del opio; sin embargo, es un hecho que, para evitar la depresión que generalmente se presenta luego de la suspensión de la droga, muchos usuarios vuelven a tomarlas, incluso sabiendo los riesgos a los que se exponen.

¿LAS ANFETAMINAS SE USAN EN COMBINACIÓN CON OTRAS SUSTANCIAS?

Se observan casos de uso de anfetaminas prácticamente con cualquier cosa, desde heroína hasta alucinógenos. Pero probablemente la mayoría de los usuarios evitan estas mezclas, pues los efectos muchas veces imprevistos y casi siempre desagradables constituyen un freno.

¿QUÉ DEBE HACERSE CON UNA PERSONA INTOXICADA CON ANFETAMINAS?

Será necesario internarla en una clínica u hospital para desintoxicarla; y si se trata de un caso en el que se están empleando otras sustancias tóxicas, la persona requerirá un tratamiento que probablemente incluirá a la familia.