INTRODUCCIÓN
El tercer estudio sobre consumo de alcohol en menores estaba planeado para 2020,
cinco años después del segundo, pero la pandemia de Covid-19 llevó al cierre de las entidades
educativas en la mayor parte de los países, haciendo muy improbable la realización de
investigaciones de este tipo.
El equipo nacional de esta investigación1 realizó verdaderas proezas para recoger los
datos en condiciones en extremo difíciles y a ellos queremos expresarles todo nuestro
reconocimiento. Hasta donde es posible saber, teniendo en cuenta el tamaño de la muestra y
mediante la búsqueda de investigaciones en las bases de datos más reconocidas, este es el
único estudio en el entorno escolar activo sobre esta temática realizado en América Latina,
en medio de la pandemia.
Tal como era de prever, los datos brutos sobre consumo disminuyeron
sustancialmente por razones obvias: había confinamiento forzoso, las escuelas estaban
cerradas, las posibilidades de movilización eran muy reducidas y la venta de alcohol estuvo
restringida durante largo tiempo. Pero a pesar de todo, los datos revelan características que
deberían llamar la atención de las autoridades locales y nacionales; citaremos solo dos
ejemplos en esta introducción: el incremento de las ventas de alcohol a menores de edad por
internet, y el incremento de las prevalencias de consumo entre adolescentes de sexo
femenino.
En este estudio se mantuvieron cinco de las siete ciudades originales: Barranquilla,
Bogotá, Cali, Medellín y Tunja; Bucaramanga y Florencia fueron reemplazadas por
Villavicencio, y Sabanalarga y Puerto Boyacá por Piedecuesta. La única razón fueron
restricciones presupuestales que escapaban completamente a nuestro control.
