Los efectos del confinamiento en la salud mental

Un test diseñado por la Corporación Nuevos Rumbos muestra que la agresividad, el malestar emocional y la ansiedad han aumentado durante estos meses.

La importancia de la libertad

Como casi todos los animales, los humanos somos seres sociales que perciben el encierro como un castigo o una solución extrema ante determinados peligros.

No en vano la libertad (de movimiento, de expresión, de toma de decisiones) es considerada uno de los derechos fundamentales del ser humano, y su pérdida es vista como una tragedia en todo el mundo.

La llegada de la COVID-19 nos quitó gran parte de nuestras libertades: ya no podemos visitar a nuestros seres queridos ni desplazarnos a voluntad. Aunque es necesario, el encierro tiene consecuencias negativas, a las que llamaremos “efectos secundarios de la pandemia”.

Estos efectos son múltiples y tienen distintos grados de gravedad. Hasta ahora, la economía de millones de personas se ha visto afectada, el proceso de millones de estudiantes se ha visto alterado, y los hábitos alimenticios y el tiempo de ocio y trabajo han cambiado. Todo esto repercute sobre un aspecto fundamental de la vida humana: la salud mental.

La salud mental no es, como lo afirma la OMS, un «estado permanente de bienestar en todas las esferas», pues si así fuera, nadie la tendría. Es, más bien, un conjunto de comportamientos y de condiciones relacionadas con el bienestar, el disfrute y la satisfacción consigo mismo y con los demás; pero no es algo estático, podría describirse mejor como un equilibrio inestable.

El sistema de autovaloración

Con ayuda de un ingeniero de sistemas y de un experto en inteligencia artificial, la Corporación Nuevos Rumbos (CNR) creó un sistema de autovaloración (que puede responder aquí) que permite medir los efectos del confinamiento en la vida de los colombianos. Este test es gratuito y proporciona una retroalimentación individual que mejora a medida que aumenta el número de respuestas. Además, ofrece la posibilidad de recibir asesoría, también gratuita, directamente con uno de los profesionales de la Corporación.

El test tiene tres partes y responderlo toma entre seis y siete minutos. La primera parte indaga por los datos sociodemográficos y condiciones generales de la vida del encuestado, la segunda examina cambios en el estado de ánimo, en la agresividad, las relaciones con los demás, el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, y la tercera estudia los efectos que la pandemia ha tenido en diferentes áreas de la vida y en las expectativas sobre el futuro.

Hasta la fecha, más de 700 personas han realizado el test, de las cuales 71% son mujeres, 27,4% son hombres y 1,6% se califica como “otro”; el promedio de edad es 36 años, con una desviación estándar de 12,7; la gran mayoría tienen educación superior (45% título universitario y 26,2% posgrado); el 45% son casados y el 42% solteros; el 39% trabaja de tiempo completo, el 17% está desempleado y buscando trabajo, el 16% son estudiantes que no trabajan y el 10% estudian y trabajan.

Hallazgos importantes

A la pregunta de si ha experimentado cambios en su estado de ánimo, cerca del 50% reporta cambios negativos y solo 18% cambios positivos.

El 33% afirmó que ha sentido que su agresividad ha aumentado y cerca del 40% reportó altibajos emocionales. A la pregunta “¿Ha tenido cambios positivos o negativos con las personas con las que vive?”, el 43% respondió que ha experimentado altibajos, el 32% reportó cambios positivos y el 26% cambios negativos. Por otra parte, casi la mitad de los participantes afirmó que ha creado rutinas de trabajo, actividad física, lectura y recreación.

También encontramos algo interesante sobre el consumo de alcohol: el 11% reportó un aumento, el 56% una disminución, el 33% ha seguido igual que antes de la pandemia, y el 2,2% empezó a consumir esta sustancia durante el confinamiento. En contraste, el 32,5% reportó que su consumo de tabaco aumentó, el 19, 4% lo mantuvo y el 48% lo dejó o redujo su consumo. En cuanto a las sustancias ilícitas, el 3,3% reportó que las usaba antes, el 1% aumentó su consumo, el 2% se mantuvo igual, el 97,1% disminuyó o las dejó, y el 1% empezó a consumirlas durante la cuarentena.

A la pregunta “¿Considera que el futuro será esperanzador?” el 78% contestó que sí, y el 22% que no. Sin embargo, el 82% afirmó que lo veía de forma negativa, y solo el 18% dijo que lo veía de forma positiva. En cuanto a las finanzas, el 50% reportó que se han visto afectadas de forma negativa, el 12% de forma positiva y el 38% restante reportó un efecto moderado.

Uno de los efectos más significativos es el malestar emocional: encontramos que el 60,6% tiene signos de malestar emocional, el 56.4% de ansiedad y el 71.1% alguno de los dos.

Conclusiones

Del análisis de los datos obtenidos con esta población se desprenden cinco grandes conclusiones:

  1. Un porcentaje considerable muestra cambios negativos en su estado de ánimo (50%), aumento en los niveles de agresividad (33%) y síntomas de malestar emocional y de ansiedad (más del 60%);

  2. Cerca del 50% de los encuestados reportó que sus finanzas se han visto afectadas negativamente. Lo más probable es que este porcentaje sea aún mayor en poblaciones menos favorecidas que no tienen acceso a este test;

  3. La visión del futuro no es excesivamente negativa, pero tampoco es positiva. Probablemente la mejor palabra para expresar lo que siente la mayor parte de los encuestados es “incertidumbre”;

  4. El consumo de alcohol ha disminuido significativamente, pero antes de celebrar este dato, debemos tener en cuenta que:

  5. El colombiano promedio no consume alcohol solo, sino en fiestas, reuniones, bares, restaurantes y discotecas, espacios que han estado cerrados durante estos meses;

  6. La venta de alcohol ha sido restringida en varias partes del país;

  7. El confinamiento impone formas obvias de control sobre el consumo de alcohol.

  8. Algo muy parecido puede decirse sobre las sustancias ilicitas. En cambio, la situación es opuesta con el tabaco: ha aumentado su uso, aun cuando un porcentaje todavía mayor (48%) haya dejado de fumar o disminuido el consumo, y el porcentaje que empezó a hacerlo en este período es muy pequeño (1%).

Consumo del cigarrillo en pandemia

Vale la pena advertir que lo más probable es que la disminución del consumo de alcohol se revierta una vez se suspenda el confinamiento y los sitios de consumo vuelvan a abrir. Es importante que las autoridades tengan en cuenta esta posibilidad y desarrollen estrategias que eviten el aumento de accidentes y de episodios violentos cuando levanten la cuarentena.

Este análsis demuestra que la cuarentena está afectando la salud mental de la población y es importante tomar medidas al respecto, pues los problemas seguirán aumentando, especialmente si el virus presenta una segunda ola.

Para terminar, es importante señalar que la mayoría de las personas que han contestado el test pertenecen a un sector de la población privilegiado en términos económicos, educativos y sociales, lo cual sugiere que los efectos negativos podrían ser aún mayores en los estratos más frágiles de la sociedad.