¿Crees que la cerveza o el vino son menos perjudiciales que el whisky, el ron o el aguardiente? ¡Piénsalo de nuevo!
¡No te dejes engañar! La diferencia entre tipos de bebidas no está en lo suave que parezcan, sino en la cantidad de alcohol que contienen. Una cerveza, un vino o un licor fuerte tienen niveles de alcohol similares en porciones estándar. La clave está en la cantidad de alcohol puro consumido.
Además, es crucial recordar que el consumo de alcohol debe ser evitado en menores de edad. El alcohol puede afectar gravemente el desarrollo físico y mental de los jóvenes. Protejamos a nuestros adolescentes promoviendo un entorno libre de alcohol.
¡Bebe con responsabilidad y cuida a quienes te rodean!
CONOCE NUESTROS PROGRAMAS